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Quercus ilex, un árbol emblemático de la Península Ibérica.

La encina es el nombre con el que se conoce de forma popular al Quercus ilex. También se le conoce como carrasca, chaparra o chaparro. Pertenece a la familia de las Fagáceas donde se agrupan unas 670 especies. Es nativa de la región mediterránea, desde la Península Ibérica a Turquía en Europa y desde Marruecos a Túnez en África.

El Quercus ilex por su copa frondosa y redondeada es ideal como árbol de sombra con características especiales, como ser resistente a la sequía, la contaminación y las temperaturas extremas.

La encina juega un papel fundamental en la conservación del suelo, ya que sus raíces profundas evitan la erosión y mantienen la humedad del suelo. Además, su caída de hojas aporta materia orgánica al suelo y lo enriquece en nutrientes.

Es un árbol muy longevo, que puede llegar a vivir más de 500 años. Siempre encontraremos en los catálogos de árboles singulares numerosas encinas destacadas.

¿Cómo es el Quercus ilex, la encina?

El Quercus ilex o encina un árbol perenne que puede alcanzar una altura de 25 metros. Cuenta con una gran copa, de forma redondeada, y hojas muy frondosas que lo hacen ideal como árbol de sombra. Estas hojas, coriáceas, de un color verde oscuro tienen forma ovalada y pueden medir de 4 a 10 cm de longitud, tienen el borde ligeramente dentado.

Encina en Picassent, tronco y fruto

Su tronco es corto, recto o algo retorcido con una corteza lisa y grisácea al principio tornándose parduzca y agrietada con el paso del tiempo. Sus ramas son gruesas y retorcidas y es ahí donde tiene lugar la floración de la encina entre los meses de marzo a mayo. En esas ramificaciones, crecen unas atractivas flores unisexuales de color verde amarillento.

Las flores dan lugar a los frutos conocidos como bellotas. Se trata de un fruto seco con una sola semilla, como una cápsula cerosa alargada que presenta cascarillas que la envuelven en su base. Este fruto suele recolectarse durante los meses de octubre a diciembre, cuando el árbol tiene entre los 15 y 20 años de vida.

Existen dos tipos de encinas:

  • Quercus ilex L. subsp. Es la variedad litoral, la que podemos encontrar a nivel del mar hasta por encima de los 1500 metros. Es la conocida como encina, es más vertical y sus hojas y copa son más alargadas que la variedad rotundifolia.
  • Quercus ilex L. subsp. ballota (o rotundifolia). Esta variedad la encontramos en el resto de la península, en la zona central llana y el sureste continental. Se la llama carrasca, tiene menor altura y la copa y hojas son más redondeadas.

A saber que en España hay cuatro lugares: Galicia, Murcia, Alicante y las Islas Canarias, cuyos terrenos resultan inapropiados para el crecimiento de cualquiera de los dos tipos de encina antes nombrados.

Curiosidades del Quercus ilex, la encina

El Quercus ilex, la encina, por las características especiales de su fruto y su resistencia a las condiciones meteorológicas adversas, es uno de los árboles más representativos de la Península Ibérica e Islas Baleares, además de ser de las más conocidas y más nombrada en la obra clásica literaria de «Don Quijote de la Mancha».

Tronco de encina

Se estima que la encina ocupa cerca de los tres millones de hectáreas en España. Normalmente la encuentras en dehesas y su fruto sirve para alimento del ganado. La encina suele estar acompañada con especies como el pino y el enebro formando reservas naturales donde son el mejor hábitat para la fauna mediterránea como el Carrascal de la Font Roja, en Alicante o el Parque Nacional de Cabañeros, en Ciudad Real.

La producción de bellotas, el fruto de esta especie, es un fruto rico en nutrientes que ha sido utilizado como alimento desde la antigüedad. Sirve de alimento a los cerdos que producen los mejores jamones ibéricos o de bellota; pero también se alimentan de ella otros animales como las perdices, los conejos, los patos y las palomas torcaces, que corren a por ellas cuando empiezan a caer de las ramas. También es alimento de personas, ya sea asadas, crudas o elaboradas en harina y pan.

La encina es muy apreciada por su resistente y dura madera que se emplea en construcción (vigas y obras hidráulicas) y carpintería (piezas que vayan a estar sometidas al roce, como coches, arados y herramientas de labranza).

En la antigüedad culturas como la celta consideraba a los árboles como elementos de la naturaleza sagrados, en particular, la encina era un árbol muy venerado por ser el hogar de la diosa Epona. Se cree que de ahí nace el refrán ‘tocar madera’ como símbolo de atraer buena suerte y repeler lo malo.

Consejos para el cuidado del Quercus ilex, la encina

En el Centro de Jardinería Tot en U, tenemos plantas de encina durante todo el año en diferentes tamaños.

Aunque el Quercus ilex se adapta a diferentes tipos de suelo, prefiere aquellos que son profundos y bien drenados. Buscaremos un lugar soleado, ya que necesita mucha luz para crecer adecuadamente.

Debemos antes de su plantación adecuar el terreno removiendo bien la tierra a una profundidad de mínimo 30 cm donde añadiremos abono orgánico o compost para mejorar el terreno.

Los primeros años, la encina necesita que la reguemos con regularidad, en especial durante los meses más secos y calurosos del verano. En estos riegos se le puede añadir un abono, equilibrado con microelementos para mantener la planta bien fuerte y sin carencias.

Ejemplar de encina en Picassent

No es una planta la encina que requiera de muchos cuidados, lo que si es importante que el terreno esté libre de malas hierbas y cuando es joven protegerlo de las heladas ocasionales que sean fuertes y persistentes.

Si queremos darle una forma determinada o eliminar ramas dañadas o muertas la mejor época para podarla es a finales del invierno o principio de la primavera.

Su reproducción suele ser por semilla.

Las principales enfermedades son de carácter fúngico, por lo que la prevención pasa por disminuir el riego y ofrecer un buen drenaje al árbol. También parece ser que el uso de fertilizantes y la aplicación de fungicidas sistémicos ayuda a prevenir y disminuir la infección.

Las principales plagas de la encina son las larvas de ciertas mariposas que se alimentan de las hojas y de los brotes tiernos. Los escarabajos xilófagos y algunos coleópteros que con tratamientos preventivos con insecticidas los mantendremos todos a raya.

Si necesita más información sobre el Quercus ilex, la encina, visítenos y estaremos gustosos de asesorarle.

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