+34 666 555 009 (Carlos) | +34 610 221 430 (Cristóbal) garden@totenu.com

Rosales olorosos, trepadores, tapizantes, de mata baja, arbustivos, de pie… rosales amarillos, rojos, rosas, naranjas, blancos…

Históricamente, la rosa era considerada como símbolo de belleza por babilonios, sirios, egipcios, romanos y griegos.

De todas las especies botánicas de rosas, aproximadamente 200 son nativas del hemisferio norte, aunque no se conoce la cantidad real debido a la existencia de poblaciones híbridas en estado silvestre.

En el marco ornamental, las primeras rosas cultivadas eran de floración estival. Sin embargo, gracias a los constantes trabajos de selección y mejora realizados en oriente sobre algunas especies, fundamentalmente Rosa gigantea y Rosa chinensis, dieron como resultado la ‘Rosa de té’ de carácter refloreciente.

Esta rosa fue introducida en occidente en el año 1793 sirviendo de base a numerosos híbridos creados desde esta fecha hasta la actualidad.

Fruto de todo este trabajo genético, actualmente podemos disponer de bellos rosales olorosos que llenen de fragancia nuestros jardines.

Rosales en TotEnU
 

Especies y variedades de rosales

Brevemente hablaremos de la clasificación general de los rosales, indicando que se clasifican en tres grupos:

  • Rosales silvestres. Cuando paseas por la Naturaleza es muy fácil encontrarlos, son uno de los grupos más conocidos, vigorosos matorrales abiertos que crecen libremente y que florecen allá por el mes de junio en el Hemisferio Norte. De ellas descienden todas las demás.
  • Rosales antiguos.  Se les denomina así a las variedades de rosas anteriores al año 1.867. No son muy conocidas, pero si les das una oportunidad verás que son los rosales más rústicos y tolerantes a enfermedades.
  • Rosales modernos. Efectivamente, todas las variedades de rosas posteriores a 1.867. Son los más populares, los que más se venden y plantan.

Dentro de esta clasificación a su vez encontramos rosales de diferentes portes por lo que vuelven a clasificarse. Indicar que los rosales según su floración también se clasifican en reflorecientes (o remontantes) de los que disfrutamos su floración en verano y otoño y los rosales no-remontantes que florecen de forma espectacular pero solo una vez. Así que muy brevemente tenemos:

  • Rosales arbustivos. Pueden alcanzar 4 m de altura y son ideales para setos, en macizos o aislado.
  • Rosales bajos ‘de flores grandes’. Estos pueden alcanzar una altura máxima aproximada 1.20 m. Se utilizan para flor cortada en especial y normalmente forman macizos.
  • Rosales bajos ‘de flores agrupadas’. Pueden alcanzar de 50 a 80 cm. Estos se utilizan para borduras y en macizos.
  •  
    Rosales en TotEnU
     

  • Rosales tapizantes. Alcanzan en altura de 60 cm a 2 m y tal como su nombre indica, son ideales en taludes y muros.
  • Rosales miniatura. Alcanzan sobre los 40 cm. de altura y se utilizan en borduras, rocallas, en los macizos los encontraras siempre delante y también son muy vistosos en macetas.
  • Rosales trepadores. También se les denomina sarmentosos y alcanzan los cuatro metros. Son los que visten las glorietas, los muros o cualquier estructura que les busques. Son rosales muy floríferos, fuertes y llegan a cubrir grandes superficies.
  • Rosales polyantha. Alcanzan 50 a 80 cm. Son arbustos muy espesos, compactos y cargados de pequeñas flores, ideales para borduras y macizos.
  • Rosales híbridos de té. Estos bajos arbustos van de 0,5 a 1 m. de altura y es de los llamados reflorecientes (o remontantes, es decir, que vuelven a florecer en el mismo año) con flores de muchos colores, grandes y solitarias que se forman en el ápice de las ramas.
  • Rosales grandiflora. Alcanzan hasta 1,80 m de altura, son de gran crecimiento. Sus flores de colores persistentes en racimos, son de larga duración. Es refloreciente.
  • Rosales floribunda. Este rosal es de porte relativamente bajo, unos 50 cm de altura. Es muy rústico y florece en abundancia. Es ideal su plantación para formar macizos y también para borduras.

Rosales olorosos en Tot en Ú

Comprar rosales – Formatos

En el mercado encontrarás tres tipos de formato a la hora de comprar un rosal. Aquí los exponemos, aunque nosotros solamente trabajamos los rosales en maceta:

  • A raíz desnuda. Se comercializa durante el invierno, momento en que la planta se encuentra en reposo vegetativo y debe ser plantado antes de que la planta inicie su brotación en el inicio de la primavera.
  • En saco. Es similar al anterior, salvo que sus raices van protegidas con un poco de sustrato.
  • En maceta. Es la mejor opción. Todos nuestros rosales están en contenedor y perfectamente enraizados, permitiendo que puedan ser plantados en cualquier época del año y con total garantía de arraigo. Además los puedes comprar cuando están en flor y así escoger el color, forma y aroma que más nos guste.

Breve guía para el cuidado de los rosales

Sí hay rosas en una terraza, balcón o jardín, sin duda es la reina de todas las flores por su belleza y elegancia. Os damos una serie de consejos para mantener los rosales en perfecto estado.

  • Plantación. Debemos primeramente saber qué tipo de rosal hemos comprado para darle el espacio o la estructura necesarios para su desarrollo. Un metro cuadrado por planta es un espacio adecuado. Nos aseguraremos que no hay malas hierbas ni raíces de otras plantas que interfieran su desarrollo para que florezca con fuerza.
  • Suelo: Los rosales requieren un suelo rico en materia orgánica, más arcilloso que arenoso pero con un buen drenaje y un pH ligeramente ácido (alrededor de 6,5). Si el suelo de nuestro jardín no es el ideal siempre lo podemos arreglar con la incorporación de un sustrato. Si tienes dudas, consúltanos.
  • Iluminacion: Los rosales necesitan pleno sol en lugares abiertos.
  • Riego. Los rosales deben estar bien hidratados para que florezcan. No hay que encharcarlos pero tampoco dejaremos que el terreno se seque mucho entre riegos.
  • Abonado. Se pueden fertilizar cada 15 días y existen fertilizantes especiales para rosales que son los que mejor funcionan.

La poda de los rosales

Para que crezcan y se mantengan sanos, la poda de los rosales es uno de los cuidados más importantes que estas plantas requieren. La época ideal para podar los rosales es en invierno, ya que estas plantas se encuentran en reposo. La poda debe de servir para sanear la planta a la vez de renovar con su posterior brotación la mayor parte de su masa foliar.

La poda del rosal debe realizarse como mínimo una vez al año, antes de que comience su brotación primaveral. Pero a lo largo del año podemos ir realizando podas, denominadas ‘en verde’, que nos permiten eliminar las flores muertas, ramas desgarbadas, dañadas, etc. manteniendo la planta en los volúmenes y forma de crecimiento que ornamentalmente consideramos oportuno.

Tijeras bien afiladas y corte en bisel siempre por encima de una yema.

Rosales en TotEnU
 

Plagas y enfermedades de los rosales

Debemos con regularidad comprobar si nuestros rosales muestran algún síntoma de plagas o enfermedades, ya que hay algunos agentes dañinos que se pueden presentar. Los más frecuentes:

  • Pulgones. Son una de las plagas más comunes en huertos y jardines. Nuestros rosales tampoco se librarán de ellos. Son insectos de pequeño tamaño entre 1-3 mm. Y, aunque los más comunes son de color verde, pueden presentar otros colores dependiendo de la especie. El depredador natural de los pulgones son las mariquitas.
  • Araña roja. La araña no es un insecto es un ácaro, tiene ocho patas, los insectos seis. Esta plaga se localiza en el envés de las hojas y se identifica por presentar unas manchas oscuras en los laterales y gran cantidad de sedas.
  • Cochinillas y Orugas también son plagas que pueden presentarse.
  • Roya. La roya es uno de los hongos más importantes, junto con el oidium. Se desarrolla con temperaturas suaves y humedad alta. Es muy fácil de identificar ya que presenta en el envés de las hojas unos bultitos anaranjados y en el haz pequeñas manchas amarillas.
  • Oidium. Este hongo se detecta muy fácilmente ya que aparece en forma de manchas blancas y se va transformando en un polvillo blanco-grisáceo. Se desarrolla en el haz de las hojas normalmente. Su presencia dificulta la fotosíntesis y si no lo controlamos bien, las hojas se tornarán amarillas y se secarán.
  • Marssonina o Mancha negra. Verás que en las hojas del rosal aparecen unas manchas negras y redondas. Si avanza la infección se producirá la caída de las hojas. Se propaga con temperaturas suaves y por salpicaduras de agua (riego o lluvia). Lo mejor para eliminarlo es quitar las hojas afectadas y destruirlas.

Nada que no podamos arreglar con nuestro asesoramiento, así que estamos a vuestra disposición para que pongáis un rosal en vuestra vida, o en vuestro jardín, balcón o terraza

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
× ¿En qué te puedo ayudar?