La Monstera deliciosa, conocida popularmente como ‘Costilla de Adán’, es una planta de interior que se ha ganado un lugar privilegiado en la decoración de hogares y espacios de trabajo, por su toque de elegancia natural.
Su distintiva belleza, marcada por sus grandes hojas perforadas y profundamente lobuladas, la convierte en una elección ideal para quienes buscan integrar la Naturaleza con un toque de diseño en sus estancias.
Una planta que mejora la calidad de vida.
La presencia de la Monstera deliciosa en nuestros interiores no es meramente estética. Al igual que otras plantas de interior, contribuye a mejorar la calidad del aire y a crear un ambiente más relajante.
Acondicionar espacios como patios, balcones, terrazas o incluso estancias interiores con plantas es una forma sencilla y efectiva de transformar nuestros hogares en entornos de bienestar, un concepto que en el Centro de Jardinería Tot en Ú entendemos como fundamental.
Origen de la Monstera deliciosa.
Originaria de las selvas tropicales de México y Panamá, la Monstera deliciosa es una planta trepadora, que en su hábitat natural utiliza sus raíces aéreas para aferrarse a los troncos de los árboles y ascender en busca de la luz.
Pertenece a la familia de las Araceae, una amplia familia botánica que incluye otras plantas de interior muy populares, como el Spathiphyllum, el Philodendron o el Caladium.
Su nombre científico, Monstera deliciosa alude a su naturaleza ‘monstruosa’ por su gran tamaño y a la ‘delicia’ de su fruto.
Características de la Monstera deliciosa.
La Costilla de Adán desarrolla un sistema radicular doble. Posee raíces terrestres, que se anclan en el sustrato para absorber agua y nutrientes. Además, emite raíces aéreas desde los nudos de sus tallos.
Estas raíces le permiten adherirse a las superficies para trepar, y en su entorno natural, le ayudan a absorber la humedad del aire y los nutrientes presentes en la materia orgánica de la superficie de los árboles.
Una de las características más fascinantes de esta planta es el desarrollo de sus hojas. Las hojas más jóvenes son inicialmente enteras y con el tiempo, a medida que la planta madura, adquieren esas aberturas y hendiduras tan características que le dan su nombre popular. Este proceso, conocido como fenestración, es un indicador de salud y madurez.
Aunque en los hogares es raro verla florecer, la Monstera deliciosa, al alcanzar la madurez en su hábitat natural o en condiciones muy favorables, produce una inflorescencia en forma de espádice, envuelta por una espata de color crema.
Tras la polinización, este espádice madura y se convierte en un fruto cilíndrico comestible que recuerda a una mazorca de maíz, de donde proviene su nombre específico, deliciosa. Su sabor es una mezcla entre la piña y el plátano. Es importante no consumirlo inmaduro, ya que contiene cristales de oxalato de calcio que pueden ser irritantes.
Cuidados esenciales para la Monstera deliciosa.
Para que la Monstera se desarrolle plenamente y mantenga su exuberante follaje, es fundamental prestar atención a sus necesidades básicas.
Prefiere la luz indirecta y abundante. Exponerla directamente al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad, puede provocar quemaduras en sus hojas. Un lugar cerca de una ventana orientada al este o al oeste es ideal.
En un entorno doméstico, las raíces adventicias o aéreas, le permiten desarrollarse con fuerza, por lo que requerirá de un soporte, como un tutor, para mantener su crecimiento vertical.
Un sustrato bien drenado es clave.
Una mezcla a base de turba, fibra de coco y perlita le proporcionará las condiciones ideales para que el sustrato tenga un buen drenaje.
El riego debe ser moderado. Es importante permitir que la capa superior del sustrato se seque entre riegos para evitar el encharcamiento, lo que podría pudrir sus raíces. Durante el invierno, la frecuencia de riego debe reducirse significativamente.
Respecto al abonado, se recomienda utilizar un fertilizante líquido para plantas verdes durante los meses de crecimiento, es decir, en primavera y verano, una vez al mes.
Como planta tropical, la Monstera agradece un ambiente húmedo. Rociar sus hojas con agua no calcárea o colocarla cerca de un humidificador puede mejorar su bienestar, especialmente en entornos con calefacción o aire acondicionado.
Se recomienda trasplantar la planta cada dos años aproximadamente, o cuando observemos que las raíces asoman por los agujeros de drenaje. Lo ideal es hacerlo a una maceta ligeramente mayor, en primavera, utilizando un sustrato para plantas de interior bien aireado y con buen drenaje.
La poda es una tarea sencilla en la Monstera deliciosa y se realiza principalmente por razones estéticas o para controlar su tamaño. Se pueden cortar las hojas amarillentas, dañadas o las que estorben, siempre utilizando herramientas de corte limpias y afiladas para hacer cortes limpios y precisos. El mejor momento para podar es durante la primavera o el verano, coincidiendo con su periodo de crecimiento.
Su propagación es relativamente fácil mediante esquejes de tallo que contengan al menos un nudo.
Plagas y enfermedades de la Monstera deliciosa.
Aunque es una planta resistente, la Monstera puede verse afectada por algunas plagas comunes de interior:
- Cochinilla: Se manifiestan como pequeños insectos, a menudo con aspecto algodonoso o de escudo, que se adhieren a los tallos y las hojas.
- Ácaros: Aunque son difíciles de ver a simple vista, su presencia se detecta por finas telarañas en el envés de las hojas y por la decoloración del follaje.
- Trips: Pequeños insectos alargados que se alimentan de la savia de la planta, dejando manchas plateadas o marrones.
Un control regular y la limpieza de las hojas son clave para prevenir estas plagas. En caso de infestación, existen productos específicos en nuestro centro de jardinería para tratarlas de manera eficaz.
Fisiopatías: Cuando la planta nos habla.
Las fisiopatías son desórdenes funcionales de la planta causados por condiciones ambientales o de cultivo inadecuado, y no por plagas o enfermedades. La Monstera a menudo nos da señales claras de lo que le sucede:
- Hojas amarillas: Generalmente indican exceso de riego o falta de nutrientes. Es crucial revisar la humedad del sustrato antes de volver a regar.
- Puntas de las hojas marrones: Esta señal suele ser un indicativo de baja humedad ambiental o de un exceso de sales en el sustrato, lo que puede ocurrir por un abonado excesivo.
- Hojas sin fenestración (sin perforaciones): Las hojas nuevas que no desarrollan las características hendiduras suelen indicar que la planta no está recibiendo suficiente luz.
La Monstera es, sin duda, una de las opciones más acertadas para quienes buscan una planta de bajo mantenimiento pero con un gran impacto visual.
En nuestro centro de jardinería, encontrarás ejemplares sanos y vigorosos, así como todos los productos necesarios para su cuidado, desde sustratos y abonos hasta macetas de autorriego, para que disfrutes de tu rincón verde en su máximo potencial junto con el asesoramiento profesional de nuestro equipo para resolver cualquier duda sobre su cultivo y mantenimiento.
Nuestra misión es ayudarte a crear un entorno verde y lleno de vida en tu hogar, entendiendo a fondo cada una de las plantas que lo habitan.