La Princettia es el híbrido que adelanta el color a la Navidad en el jardín mediterráneo.
La llegada del otoño en el litoral valenciano suele asociarse a una transición cromática hacia tonos ocres y apagados, una pausa biológica antes del invierno.
Sin embargo, en los últimos años, el sector de la horticultura ornamental ha vivido una pequeña revolución genética que ha cambiado este paradigma.
Nos referimos a la Princettia, una variedad que ha irrumpido con fuerza y que merece un análisis detallado por sus singulares características botánicas y decorativas.
El origen de la Princettia.
A menudo confundida por el público general con la clásica Flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima), la Princettia no es simplemente una «Poinsettia».
El nombre científico de la Princettia es Euphorbia pulcherrima Princettia, puesto que no es ni un nuevo género ni una nueva especie. Es una mejora genética reciente, fruto de seleccionar, en este caso por Suntory Flowers Ltd., variedades de diferentes colores y comportamiento de crecimiento.
De la misma forma, pertenece a la familia Euforbiaceae salvo que su origen como Princettia es de “laboratorio”, de creación en vivero por genetistas. Por lo tanto, también se le denomina popularmente Estrella de otoño, aunque también se la llama Estrella de Navidad.
Estamos ante una hibridación moderna, desarrollada para superar ciertas limitaciones de su predecesora y ofrecer un rendimiento superior tanto en interiores como en los espacios de bricojardinería de terrazas y balcones.
Una arquitectura vegetal compacta y resistente.
La primera diferencia notable que observamos al comparar ambas variedades es el porte. Mientras que la Poinsettia tradicional tiende a un crecimiento más vertical y, en ocasiones, espigado si no se aplican los reguladores de crecimiento adecuados, la Princettia destaca por una estructura genéticamente compacta y muy ramificada.
Esta característica le confiere un aspecto globoso, casi esférico, que resulta muy atractivo visualmente. Al tener una mayor capacidad de ramificación natural, la planta produce una cantidad significativamente superior de brácteas (las hojas modificadas que aportan el color).
Aunque estas brácteas son de menor tamaño que las de la Flor de Pascua clásica, su abundancia crea una mancha de color mucho más densa y uniforme, eliminando los habituales huecos visuales de las variedades antiguas.
Desde el punto de vista del mantenimiento y la durabilidad, la Princettia ha demostrado en nuestras instalaciones una mayor resistencia.
Su hoja, ligeramente más pequeña y dura, soporta mejor el transporte y los cambios de ubicación, reduciendo el riesgo de la temida defoliación o caída de hojas basales que suele afectar a las Poinsettias cuando sufren estrés hídrico o térmico.
La gama cromática: más allá del rojo.
Si bien la Poinsettia es la reina indiscutible del rojo navideño, la Princettia domina el espectro de los rosas y los blancos puros.
En nuestro Centro, hemos observado cómo esta variedad atrae a un perfil de cliente interesado en el interiorismo y la decoración contemporánea, que busca alternativas a la estética tradicional navideña.
La paleta de colores es vibrante y extensa. Abarca desde el «Soft Pink», un rosa pálido y delicado, hasta el «Hot Pink», un fucsia intenso y eléctrico que aporta una luminosidad excepcional en los días más cortos del año.
También destaca la variedad «Pure White», que ofrece un blanco nítido, muy superior a los tonos crema o amarillentos de otras variedades.
Estos colores no solo son decorativos, sino que tienen una gran estabilidad ante la luz, manteniendo su intensidad durante semanas.
Un cultivo adaptado a nuestro clima.
Un factor determinante para su éxito en la zona de Valencia y nuestros municipios vecinos, es su precocidad. La Princettia necesita menos horas de oscuridad para iniciar la coloración de sus brácteas.
Esto significa que está lista para su comercialización mucho antes, permitiéndonos disfrutar de plantas a pleno color desde finales de septiembre y principios de octubre. Es una planta de «otoño-invierno», no solo de Navidad.
Para su cuidado en el hogar, recomendamos ubicarla en zonas con máxima iluminación natural, evitando la exposición directa al sol en las horas centrales si las temperaturas son aún elevadas, aunque en otoño tolera bien nuestra insolación.
A diferencia de otros cultivos, la Princettia tolera temperaturas algo más frescas, lo que la hace apta para esos patios protegidos y balcones de las urbanizaciones de la zona, siempre que no se exponga a heladas.
El riego debe ser moderado, por lo que aconsejamos esperar a que la tierra se seque ligeramente entre riegos. El exceso de agua y el encharcamiento son sus mayores enemigos, ya que pueden provocar asfixia radicular.
En Jardinería Tot en Ú, disponemos de ejemplares aclimatados en nuestras instalaciones, listos para aportar esa nota de color y sofisticación que el otoño valenciano merece.
Les invitamos a recorrer nuestras instalaciones para apreciar en directo la singular arquitectura y la potencia visual de esta variedad que ha llegado para quedarse.
Fotografías: Stars for Europe y Suntory Flowers Europe
